La noche oscura de Madre Teresa de Calcuta

Por Revista Rayo de Luz, el July 23, 2018

Escrito por: Jesús Eugenio Pérez

/// Todos hemos escuchado sobre Madre Teresa de Calcuta. La pensamos tos personajes del siglo pasado que hicieron mucho bien y que impactaron el mundo, así como Ghandi o Mandela, definitivamente esta monja está en el círculo de «viejitos» que cambiaron el mundo.

Pero hay mucho de ella que no conocemos, lo humana que era fuera del servicio que daba, sus debilidades y pruebas. Te comparto lo que pude investigar en diversas fuentes sobre la vida de Santa Madre Teresa de Calcuta y su servicio y mensaje al mundo.

MADRE TERESA
Imagínatela un segundo: esta doñita de pequeña estura pero grande en tamaño espiritual. Era de esa gente que tiene una extraordinaria fortaleza y sabe demostrar con su amor por los más pobres que la santidad no es un camino imposible. Su capacidad de ver el sufrimiento en el mundo no es lo que más conmueve a todos, es su valentía al vivirlo en carne propia, metiéndose en las realidades más dolorosas como lo son la enfermedad y el abandono.

«La mayor enfermedad de Occidente hoy no es la tuberculosis o la lepra; es no ser querido, no ser amado y que nadie se preocupe por ti. Podemos curar las enfermedades físicas con la medicina, pero la única cura para la soledad, la desesperación y la falta de esperanza es el amor» Madre Teresa de Calcuta.

La llamada
El nombre de la Madre Teresa de Calcuta es Gonxha Agnes, nació en la actual República de Macedonia, el 26 de agosto de 1910. A los 18 años recibió la llamada religiosa y decidió hacerse misionera. Dejó su casa e ingresó en las Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Teresa, en honor de la monja carmelita francesa Teresa del Niño Jesús. Luego inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929, donde enseñó en la Escuela para mujeres St. Mary.

El 24 de mayo de 1937, con 27 años, la Hermana Teresa hizo su profesión perpetua convirtiéndose en esposa de Cristo para toda la eternidad. Desde ese momento se la llamó Madre Teresa de Calcuta.

«De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja Católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús».

La llamada dentro de la llamada:
El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su «inspiración», su «llamada dentro de la llamada». Ese día, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza que movió toda su vida. Las semanas y meses siguientes, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar «víctimas de amor» que «irradiasen a las almas su amor».

Madre Teresa entonces funda una congregación religiosa: Misioneras de la Caridad. Ellas se dedican al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.

LO QUE POCOS SABEN: LA NOCHE OSCURA DEL ALMA
Madre Teresa se ocupó de los necesitados, pero no era que andaba levitando en el aire como uno piensa de los santos. Ella vivió en secreto cerca de 50 años en lo que ella llamó «una larga oscuridad». Sí, ella estuvo por 50 años donde «no sentía la presencia de Dios en lo absoluto».

Esto le causó un gran dolor. La carga que debía soportar era más pesada y muchas veces consideró retirarse. Pero perseveró en la fe y en su misión hasta el final. Siguió a Jesús muchas veces sin sentir su Presencia, pero el anhelo que sentía de Él y de unirse a Él manifestaban que su Espíritu actuaba poderosamente en la madre. Era fiel hasta el heroísmo en las cosas sencillas y cotidianas.

Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin.

Su verdadero premio
Durante los años de su servicio, por el rápido desarrollo de su misión, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra.

Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención «para gloria de Dios y en nombre de los pobres». Hasta que finalmente recibió el verdadero premio que siempre buscó: «La Santidad»

¿Cuántas veces hemos dicho que no podemos ser santos sin darnos cuenta de la necesidad de ayuda que requiere nuestro entorno? Siempre hay espacio para servir, que es a lo que nos ha llamado Cristo. La madre Teresa de Calcuta no era una mujer de estar recluída rezando, sin embargo tomaba acción con los más necesitados. Se compadeció del que sufre y trilló su camino de fe, a veces sin «sentirlo», con toda dedicación y empeño.

«Tú también puedes servir, tú también puedes ser santo».

Fuente: REVISTA IÓN CORRIENTE ALTERNA | EDICIÓN 24

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