La ansiedad en medio de la pandemia
Para hablar de la ansiedad debemos comenzar por conocer qué es; la ansiedad es un mecanismo de defensa humano que se manifiesta en el estado mental caracterizado por inquietud, preocupación y gran inseguridad, también puede ser definida como una constante angustia.

Hoy día la realidad de crisis sanitaria que arropa nuestro país y el mundo nos lleva, por naturaleza humana, a sentir ansiedad. Es importante destacar que existe ansiedad positiva y ansiedad negativa. La positiva es aquella ansiedad a la espera de algo deseado, es esa respuesta de una emoción enfocada a un estímulo positivo, el día de una boda, entre otras emociones, que a pesar de ser positivas generan ansiedad.

En estos momentos todos somos propensos a sentir ansiedad por miedo o incertidumbre: La ansiedad por la crisis de la pandemia y cómo manejarla.
La ansiedad está totalmente ligada al estrés y a lo que no podemos controlar, a lo desconocido, a esto le agregamos sentimientos de miedo y preocupación, lo cual incluso puede llevar a generalizarlo en síntomas físicos, como la tensión muscular.

¿Cómo podemos controlar esta situación?
Para intentar disminuir los niveles de ansiedad es importante conocer el punto de origen de esta, si va relacionada a la crisis sanitaria mundial que nos afecta, el Covid 19; si tiene algún antecedente clínico, si es algún factor emocional; ante estas manifestaciones de ansiedad siempre es importante hacerse acompañar de un terapeuta quien ayudará a identificar con claridad su necesidad.

Nosotros los católicos tenemos la mayor fuente de paz y calma por excelencia que es la oración. Con el acompañamiento de un profesional o guía espiritual autorizado y la oración como fuente de paz, calma y fortaleza, podremos sentirnos vencedores frente a las adversidades actuales.

Recomendaciones:
Elegir un momento específico del día para la oración meditada lo cual afianzará nuestra fe, establecerá una rutina de sosiego y por ende disminuye la probabilidad de ansiedad.
Enfocar nuestros pensamientos en lo que podemos controlar, en el caso de esta crisis sanitaria, no enfocamos en si llegará o no la enfermedad; más bien enfocarnos en qué podemos controlar en el marco de esta realidad, como son la higiene, la obediencia a las recomendaciones de las autoridades de salud; ingerir alimentos sanos y que aumenten nuestras defensas. Practicar ejercicios sencillos de respiración lo cual traerá calma y disminuirá los niveles de ansiedad.

Implementar rutinas alcanzables de ejercicio cardiovascular en casa, mejora la frecuencia cardiaca y ayuda a aumentar la autoestima.

Hablar con algún familiar o amigo de cómo nos sentimos, es muy valioso, en este tiempo de confinamiento, gracias a la modernidad podemos establecer contacto digital con nuestros seres queridos aún en la distancia.

Todos estos factores acompañados de una íntima relación con el Señor, conscientes de que Dios es un Dios de amor y bien, nos permitirán transitar esta prueba fortalecidos y agradecidos “porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Timoteo 1:7

Todo obra para bien de los que aman al Señor, que este tiempo de crisis nos lleve a reflexionar; nos dejemos interpelar por la Palabra de Dios, esa que no cambia, que es la misma ayer hoy y siempre y que nos permite ver el horizonte con fe y esperanza.

Descansemos en la oración, ocupémonos de lo que, si podemos controlar, oremos por el mundo y nuestras necesidades personales y de la mano de Jesús y María saldremos renovados y airosos de esta crisis con nuestra confianza en el Señor.

Que el amor de Dios, que nos ha dado libertad y la protección de la Santísima Virgen María les guarde hoy y siempre.

¡Salve María!

Iliana Flores

Psicóloga Clínica, MA

Terapia Infantil, Familiar y de Pareja

Orientación Teológica

Educación para el Desarrollo